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Starbucks en Bogotá ok ok, pero….

Bueno, primordialmente me disculpo ya que este articulo no
tiene nada que ver con los temas generalmente posteados en este lindo espacio
que respetamos mucho, pero…..
Después de encontrarme con una noticia la cual me dejo
asombrada, La apertura de Starbucks en Bogotá exactamente en el parque de la
93, lo que realmente me dejó absorta es que hubo gente, Colombianos, que desde
las 5 de la mañana estaban haciendo fila para probar el café “Colombiano”,
preparado de manera estadounidense, ¡porfavor ¡ quienes son tan “sofisticados”,
como para pensar que el café norteamericano puede superar al nuestro?, o si
hablamos de historia, al que se prepara en etiopia o Arabia, ya que como muchos
saben desde ahí se origina el café, ahí si me la creo y de pronto estaría yo
haciendo la fila para experimentar una nueva manera milenaria y que nos lleva
cientos de años en preparación, con baristas especializados y demás, y para finalizar como productores también les llevamos la ventaja historicamente.

Pero que deba disimular
mis ojeras del día por un café híper-fabricado con quien sabe que hormonas y
además el más insípido del mundo?, entiendo…  entiendo…  que según ellos “prometemos que el café será 100%
Colombiano”, que por favor nos muestren
un documento autenticado por las entidades correspondientes, que certifique que
utilizan café 100% colombiano en sus productos, y que en el momento de romper
con esta regla recibirán una penalización tal que deberán irse del país!, en
ese momento entenderé que más que una promesa es un compromiso que les afecta
en el bolsillo, y como buena industria simplemente se curara en salud, así que creere en su “promesa”. 
Además, lo que menos me preocupa es el
mercado de Oma o Juan Valdez ya que son industrias que se han expandido
internacionalmente, lo que me preocupa es el cafetero que amanece a las 3 am a
revisar sus cultivos, a recoger el fruto maduro, a pelarlo a procesarlo a
molerlo y que su amor hacia cada una de sus semillas es tal, que se siente en el
especial sabor que llega a tu boca a la hora de probarlo. Hemos visto que la caficultura colombiana enfrenta una profunda crisis de rentabilidad e institucionalidad. Pese a la recuperación de la producción en 2012/2013, bordeando los 10 millones de sacos frente a los 8-9 millones de 2009-2012, el desplome de los precios internacionales ha sido de tal magnitud que el precio interno de la carga ha caído inclusive a niveles por debajo de los $400.000 frente a los $650.000 necesarios para producirla. En efecto, el ingreso de los caficultores ha pasado de $5,3 billones (0.8% del PIB) en 2010/2011 a $3,4 billones (0.5% del PIB) en 2012/2013..Sergio Clavijo, Presidente de Anif, diario la República, Colombia 27 nov de 2013.

Y estoy segura que
quienes saben de café opinaran lo mismo que yo, el café es como el vino, entre
más tradicional y con mayor amor sea su proceso más exquisito para el paladar
es.

Por lo tanto lo único que les dejo es una pregunta…  ¿Qué diferencia existe entre un café molido
en una hacienda de Antioquia, preparado a la perfección en un pocillo y con el
clima perfecto, a un café de plástico en un envase de plástico?
Simplemente muchas veces entro en confusiones sobre nosotros
los colombianos y me da tristeza como cada día las marcas extranjeras nos
invaden y nosotros somos los primeros en gastar nuestros centavos en estas, las
cuales no aportan ni calidad, ni proponen retos para las industrias
Colombianas, simplemente imponen sus reglas…. y nosotros no abrimos los ojos ni caemos en cuenta que mientras
más engordamos a estas industrias más adelgazamos a los campesinos de nuestro
país.

 

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