Cuando hablamos de matrimonio…
Muchos dirán “que vieja tan exagerada” pero
para escribir este post me toco cambiar la música de PASSENGER a Nervo…
prefiero un masaje cerebral y no tener que lidiar con ponerme en la tendencia
Emo toda la tarde.
tienes 30 años y solo asistes a bodas y a showers y hasta la vieja menos
agraciada de tu salón muestra sus fotos con el novio. Sera que una madre
desalmada aborto a mi media naranja????
Botero en marzo pasado, me he llevado nuevamente el galardón más codiciado de
las solteras completando así mi decimo
ramo.
Me lo he ganado con rifas desde animales, números, frutas (como el de mi
prima Natalia) y esta vez fue lanzado y cayó sorpresivamente en mi mano como si
ella hubiera medido los centímetros, no se preocupen…. Para la próxima boda a
la que asistiré en septiembre de antemano sé que sí lo llegan a entregar a la que resuelva un algoritmo o la
miscelánea de Baldor, fijo me lo gano. Pero acá no estamos hablando de ramos
sino de bodas, pues teóricamente y como
dice mi abuela “ya estoy en edad de merecer” y el sapo que habla aún no se me presenta
pero, mientras este gran personaje
llega, pues lo bueno siempre se hace esperar, yo ya tengo la corte, las damas,
la iglesia y hasta el pajecito…. Me hacían falta ciertos detalles como por
ejemplo el vestido pero el pasado Mayo junto con una de mis damas de honor,
Clemencia; fuimos invitadas al showroom de Rosa Clará a vivir la experiencia de
comprar un vestido especial para un día tan especial.
personalidades como Antonella Rocusso (esposa de Messi) o Ana María Trujillo
(de la farándula criolla). Los detalles desde una galleta cuando llegas, una
copa de champaña y por supuesto rodeada de cientos de vestidos, todos
espectaculares y para todos los gustos. Desde las novias más clásicas y
románticas hasta algunas más modernas y ligeras y con presupuestos desde un
millón y medio de pesos en adelante, estábamos seguras que íbamos a encontrar
muchas cosas increíbles. Lo primero es hablar, ver, disfrutar cada uno de los
catálogos, definirle a tu asesora que es lo que te imaginas para que no nos
vayamos a sentir “disfrazadas de novia” sino que de verdad generemos ese
vínculo tan especial con el vestido que nos va a acompañar en la travesía al
altar. Luego y de una manera muy estratégica la asesora se va tras bambalinas y
trae a modo de misterio lo que podría ser tu vestido ideal.
Petra y yo somos totalmente diferentes así que cada uno de los vestidos
tenía que ir acorde con nuestras personalidades, esa sí que sería una gran
prueba para cualquier asesor. Y el resultado no pudo ser mejor, con más de 590
likes en la foto y 100 veces compartida, la foto de nuestro vestido soñado
podría estar punteando en una de las más importantes hasta el momento en el
blog. Así que para todas aquellas que ya se encontraron con su sapo que habla,
lo cual es más entretenido que el príncipe azul, acuérdense de las palabras de
mi querida María José Martínez, “el príncipe azul se destiñe con la primera
lavada”; pues las invito a que visiten la tienda porque seguro de allá saldrán
seguras de dar el SÍ, pero como yo me solidarizo con las que somos las felices
ganadoras del ramo y que tenemos que ir como “unas potras de trescientos millones
de pesos a las bodas” pues les voy a dar un regalito para que mientras su mejor
amiga se mide el vestido de sus sueños ustedes compren el vestido con el que de
pronto van a conocer al hombre de sus sueños, puede que el padrino de la boda
sea más interesante de lo que piensan.
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